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Por: Ocio en Buenos aires

Juan Cedrón rinde homenaje a un notable artista uruguayo.

Los artistas homenajean este jueves 23  al poeta, guitarrista y compositor uruguayo con un concierto en la sala del barrio porteño de San Cristobal.

En este concierto que dará en la sala ubicada en Chile 2080, del barrio porteño de San Cristóbal (con entradas por www.alternativateatral.como,ar), el «Tata», quien desde más de medio siglo está al frente del Cuarteto Cedrón, reivindica y rescata la obra de Osiris (1925-1996), desde su personal impronta y sensibilidad.«Mi principal oficio ha sido presenciar la vida… Me gusta el mundo, es algo que se está haciendo todos los días», dijo alguna vez el artista uruguayo, sintetizando el espíritu de un hombre curioso, a quien el propio Jorge Luis Borges definió como uno de los poetas criollos más perfectos.

A lo largo de su vida, Osiris se desempeñó en varios oficios: cortó girasol, arreó vacas, contrabandeó, cosechó uvas en el sur argentino, fue aguatero en los quebrachales del Chaco, aprendió el oficio de trenzador, tocó jazz en un casino, fue luthier, peón y obrero metalúrgico. Su gran vocación fue escribir, cantar y tocar la guitarra.

Estudió guitarra desde muy pequeño. A los seis años comenzó a estudiar piano y a los ocho compuso sus primeros poemas. Cuando era niño, su familia se trasladó a Sarandí del Yí (Durazno), donde pasó su infancia.

Sus canciones trascendieron fronteras integrando el repertorio de artistas como el mismo Juan Cedrón, Eduardo Falú, José Larralde, Liliana Herrero, Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat y sus coterráneos Alfredo Zitarrosa, Amalia de la Vega y Fernando Cabrera, entre otros.

«Gurí pescador», «Como yo lo siento», «Camino de los quileros», «Salto grande» y «Poncho negro», son algunas de las canciones que compuso.

En 1953 recibió la medalla de oro a la poesía épica por su «Romance al General Lavalleja», dos años después editó su primer libro «Grillo nochero». Trabajó en radio Carve junto a Amalia de la Vega, en el programa «Bajo las luces de Kolynos».

En 1957 editó «1904 Luna roja», que contenía poesías de su niñez y las «Décimas a Jacinto Luna», una de sus primeras canciones.

Recién en 1962, cuando tenía 37 años, grabó su primer disco, «Poemas y canciones orientales», al que le siguieron «Cantos del norte y del sur» (1963), «El forastero» (1966), «Cimarrones» (1970) y «Pájaros de piedra» (1974).

En 1980 publicó los cuentos «Las Aventuras del Gaucho Alambre», y un año más tarde se exilió en Madrid, donde fundó su taller para la Investigación del sonido de la guitarra. Murió el 10 de octubre de 1996 en Montevideo.

Fuente: Telam

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